¿Qué es la Hepatitis B?
Es la irritación e hinchazón (inflamación) del hígado debido a infección con el virus de la hepatitis B (VHB).
El contagio de hepatitis B es causado por el virus de la hepatitis B (VHB). Usted puede contraer este tipo de hepatitis al tener contacto con sangre o fluidos corporales (como el semen, los flujos vaginales y la saliva) de una persona infectada con el virus.
El contagio puede ocurrir:
- Por contacto con la sangre u otro fluido corporal con la piel, los ojos o la boca.
- Por un pinchazo con una aguja o lesiones con objetos cortopunzantes contaminados con el virus.
Las personas con riesgo de contraer hepatitis B son las que:
- Nacieron de una madre infectada.
- Tienen relaciones sexuales sin protección con una persona infectada.
- Comparten artículos personales (como cepillo de dientes, maquinilla de afeitar y cortauñas) con una persona infectada.
- Reciben transfusiones de sangre contaminada.
- Comparten agujas en el consumo de drogas.
- Tienen contacto con sangre en su puesto de trabajo (por ejemplo, los trabajadores de la salud).
- Se hacen un tatuaje o acupuntura con agujas contaminadas.
- Han estado sometidas a diálisis renal por mucho tiempo.
Luego de ser infectado por primera vez con el virus de la hepatitis B, puede sentirse enfermo durante días o semanas, puede no tener ningun sintoma, o puede sentirse muy enfermo con gran rapidez (llamada hepatitis fulminante).
Es factible que los síntomas no aparezcan hasta luego de 6 meses después del momento de la infección. Los síntomas iniciales pueden ser:
- Piel amarilla y orina turbia
- Inapetencia
- Náuseas y vómitos
- Fatiga
- Dolores musculares y articulares
- Febrícula
Los síntomas desaparecerán en unas semanas o meses si su cuerpo es capaz de combatir la infección. Algunas personas nunca se libran del virus de la hepatitis B, lo cual se conoce como hepatitis B crónica.
Es posible que los enfermos con hepatitis crónica no tengan síntomas y por lo tanto no sepan que están contaminados. Con el tiempo, algunas personas pueden presentar síntomas de daño hepático crónico y cirrosis.
Se puede transmitirle el virus de la hepatitis B aunque no tenga ningún síntoma.
La hepatitis aguda no necesita ningún tratamiento que no sea el monitoreo cuidadoso de la función hepática y otras funciones mediante exámenes de sangre. El paciente debe reposar bastante en cama, tomar mucho líquido y comer alimentos saludables.
Algunos pacientes con hepatitis crónica se tratan con antivirales o un medicamento conocido como peginterferón. Estos medicamentos pueden menguar o eliminar la hepatitis B de la sangre y reducir el riesgo de cirrosis y cáncer del hígado. No siempre se conoce el criterio en cuáles pacientes con hepatitis B crónica deben recibir tratamiento farmacológico y cuándo iniciar el tratamiento. Usted tiene más probabilidad de recibir este tratamiento si:
- Tiene altas concentraciones del virus de la hepatitis B en la sangre.
- La función hepática está empeorando rápidamente.
- Manifiesta síntomas de daño al hígado a largo plazo.
Si se presenta insuficiencia hepática rápida, puede ser necesario un trasplante de hígado. Es la única cura en algunos casos de insuficiencia hepática.